Las claves para saber acertar a la hora de abrir una franquicia
Si alguna vez has pensado en emprender, en abrir un nuevo negocio, tal vez te hayas planteado la posibilidad de hacerlo a través de una franquicia. Es decir: abrir un negocio propio utilizando el nombre de una marca conocida a la que has de pagar por ello (los llamados ‘royalties’). Se trata de una fórmula muy extendida ya que abarca todos los sectores (comida rápida, depilación, textil…) pero que si se decide hacer, no hay que precipitarse. Hay que tener en cuenta una serie de claves con el objetivo de acertar.
1. Un primer dato.
Para que veáis el éxito que tiene el mercado de las franquicias, os diremos que en el año 2015, según los datos que maneja la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), se han contabilizado 1.232 marcas operativas y 65.810 establecimientos franquiciados. Casi nada. Si eso es así será porque funcionan.
2. Estudio previo del mercado.
Lo primero de todo es, al igual que para cualquier tipo de negocio, hacer un estudio previo del mercado que tenga en cuenta su situación y tu formación y aptitudes. Es decir, ¿cuál es el sector que dominas y cuál es su situación en el mercado actual? O si pretendes que tu franquicia sea de un sector ajeno al tuyo, también debes estudiarlo, con más atención si cabe.
3. Lo desconocido y lo novedoso es atractivo.
En tu estudio de mercado ten en cuenta una cosa: la innovación y la novedad muchas veces son la llave para tener éxito. Hay ciertas franquicias que parecen un valor seguro como los restaurantes de comida rápida pero no siempre es así. Por el contrario, hay decenas de enseñas que aún son desconocidas y que triunfan a la espera de que alguien les proponga abrir un nuevo local como franquicia.
4. Trabajar antes en la empresa.
Para abrir una nueva franquicia, es importante conocer la empresa ‘matriz’ o al menos haber trabajado antes en otra franquicia para conocer bien la mecánica y el espíritu del negocio en cuestión. De hecho, hay enseñas (empresas franquiciadoras) que no permiten abrir franquicias a cualquiera, sino que quien quiera hacerlo debe haber trabajado antes con ellos. Si no lo ha hecho, se le contrata durante seis meses para que coja esa experiencia que requieren.
5. Tener un ‘colchón’ más allá de la inversión.
En función del sector y la franquicia, la inversión inicial para comenzar el negocio puede oscilas de los 10.000 euros a los varios cientos de miles de euros que supone por ejemplo un restaurante de comida rápida. Sin embargo, sea como sea esa inversión, los que saben de esto recomiendan tener un ‘colchón’ extra para imprevistos, que será el 25 por ciento de toda esa cantidad que se invierte de manera inicial.
6. Ojo con los préstamos.
Seguimos haciendo cuentas. Los expertos recomiendan también que al menos el 25 por ciento de la inversión inicial sea dinero propio, es decir, que solo se tenga que pedir prestado el resto.
7. Dudas del contrato.
Los que saben de franquicias siempre recomiendan no dejar que escape nada al azar y preguntarlo todo, sobre todo en lo que respecta al contrato: duración, ‘royalties’ (suelen ser del 29 por ciento de los ingresos), recursos que pone la enseña (manual de franquicia con los detalles de supervisión, formación…) o por ejemplo acordar la zona de exclusividad que es delimitar un ámbito geográfico o demográfico en el que no se puede abrir una franquicia igual.
8. No se trata solo de poner el dinero.
Abrir una empresa significa esfuerzo y dedicación, sumado a la implicación con el proyecto. Y eso no es diferente a una franquicia, donde se tiene la percepción errónea de que simplemente basta con poner el dinero y ya. No es así. Hace falta formación previa y como decimos dedicación en el sentido de estar encima del negocio, controlarlo y estar atento a novedades para implementarlas o a detectar posibles desajustes para solucionarlos.
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