¿Por qué no funciona el teletrabajo en España?

Según los datos de la empresa de trabajo temporal Adecco, sólo un 7,4 por ciento de trabajadores en España ‘teletrabajan’, es decir, pueden y desempeñan su trabajo desde su propia casa. La cifra es algo baja si la comparamos con la media europea, que en el resto de países suele ser entre un 10 y un 15. Las empresas española aún son reacias a implantarlo pero no porque no funcione sino porque, tal vez, tienen miedo de los resultados. Vamos a tratar de explicar por qué.

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1. Integración en la cultura de la compañía.

Los empresarios temen que si los trabajadores no acuden al puesto de trabajo tradicional, no se van a integrar en la compañía, pero esta integración no se refiere a la relación con los compañeros, sino a la trasmisión de valores de la empresa porque la gente está dispersa. La atmósfera de equipo también se pierde, ya que los teletrabajadores están aislados físicamente del esquema de trabajo. La comunicación con los compañeros se establece de manera virtual, no personal.

2. El aprendizaje.

Las empresas también son reacias a implantarlo porque temen que el proceso de aprendizaje de los empleados se ralentice, es la llamada pérdida del aprendizaje informal.

3. Problemas técnicos.

La aparición de problemas técnicos de equipos alejados del control de las empresas o de los centros de soporte o la pérdida de seguridad en la información cuando el teletrabajador necesita acceder a información sensible de la compañía son también algunas de las desventajas para las empresas que hacen que no se decidan a implantarlo.

4. La autodisciplina.

Muchas empresas dudan de la autodisciplina de sus trabajadores. O mejor dicho, creen que trabajarán mejor en el puesto de trabajo tradicional que en su casa. Pero el tema de la productividad lo trataremos en unas líneas…

5. El presencialismo.

España, laboralmente hablando, es un país ‘presencialista’. Si tu jefe te ve en el puesto de trabajo, aunque tú realmente estés jugando al solitario, él estará satisfecho. En muchos trabajos ‘vende’ más que te vean muchas horas a que seas efectivo. Y obviamente, con el teletrabajo no te van a ver.

6. No está regulado.

El teletrabajo no está regulado de manera concreta y exhaustiva en España, lo que provoca también cierto temor en las empresas a la hora de implantarlo. La Ley 3/2012 de 6 julio, de medidas urgentes para la Reforma del Mercado Laboral (EDL 2012/130651), es la norma que regula por primera vez en nuestro país el trabajo que se realiza preponderadamente desde el domicilio del trabajador o el lugar libremente elegido por éste. Es decir el trabajo a distancia, o teletrabajo. En definitiva, no deja de ser un primer marco normativo que requerirá en un futuro de mayor desarrollo. En especial en lo referente a concretar todo lo relativo al derecho de cambio del teletrabajador, de forma que pueda optar de nuevo, y cuando lo desee por trabajar en el lugar donde radique su empresa; a la igualdad de trato entre los trabajadores de la sede de la empresa y los teletrabajadores; o al derecho de participación de los trabajadores en los procedimientos de información, consulta y negociación colectiva.

7. Miedo a no ser productivos.

Antes hablábamos de la productividad. Muchos empresarios temen que implantando el teletrabajo, sus empleados serán menos productivos porque tendrán más opciones de despistarse. Pues bien, según el INE, el teletrabajador dedica un 11 por ciento más de horas a trabajar que el que está en la oficina convencional. Y no solo eso: un estudio de BBVA desvela que la productividad de los empleados que teletrabajan mejoró entre un 15 por ciento y un 20 por ciento por el ahorro de tiempo en reuniones o transporte.

8. Implantación ‘costosa’.

En muchas empresas, implantar el teletrabajo supone un coste de tiempo y esfuerzo, y tal vez de recursos económicos. Para implantar el teletrabajo en una empresa es necesario realizar un proyecto piloto en el que se tendrían implicar varios departamentos y tipos de trabajos para conseguir observar si el teletrabajo llega a buen puerto, es efectivo y adecuado. Otro punto crítico del teletrabajo se encuentra asociado con la tecnología. El objetivo aquí radica en que trabajar fuera de los locales de la empresa no represente un obstáculo, y eso pasa muchas veces por adecuar la tecnología de cada uno a las exigencias del puesto y dotando de esa tecnología al trabajador si no la tiene.

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