Antes de disfrutar de tus vacaciones hay un momento por el que hay que pasar: pedir los días libres que te corresponden a tu jefe. Para algunos, no es más que un mero trámite, pero para otros supone todo un problema. Si eres de los/las que dan muchas vueltas a la cabeza antes de ese instante y te sudan las manos y te tiembla la voz al hablar con tu jefe, te ayudamos con estos consejos sobre cómo solicitar las vacaciones:
- Ante todo, seguridad. Debes mostrarte seguro/a de ti mismo/a en todo momento. Si tu jefe ve que tienes dudas al hablar o te nota inseguro le facilitarás que pueda ponerte problemas para coger tus vacaciones en el momento que quieres. Mejor plantéalo como algo cerrado y no como algo abierto. Por ejemplo con una frase como esta: “Tengo pensado cogerme unos días libres de tal fecha a tal otra”.
- Deja constancia por escrito. Aunque hables con tu jefe para solicitar las vacaciones o días libres y te las apruebe, asegúrate de enviar un correo electrónico detallando los días en los que te vas a ausentar para evitar un posible malentendido.
- Pide tus vacaciones con antelación. Salvo que no haya más remedio, no esperes hasta el último momento para pedir tus días libres. Cuanto mayor sea el tiempo de antelación con el que los solicitas, menos posibilidades habrá de que te las rechacen.
- Argumenta tu elección sólo si no hay más remedio. No tienes por qué dar explicaciones de las fechas en las que quieres coger tus vacaciones, pero si tu jefe te pone algún tipo de problema, puedes decir que en esos días no va a aumentar la carga de trabajo, que tus compañeros se van a ocupar de todo o que son los únicos días en que puedes coincidir con tu familia o con tu pareja… ¡Lo que sea con tal de que puedas irte de vacaciones!
- Elige el momento adecuado. Un lunes a primera hora quizá no sea el mejor momento de la semana para pedir vacaciones a tu jefe. Un jueves por la tarde o un viernes antes de terminar tu jornada laboral quizá sean más adecuados, aunque lo realmente importante es que tu jefe esté de buen humor cuando vayas a hablar con él. Algún momento habrá, ¿no?