5 situaciones que te encontrarás al trabajar como azafata
Trabajar como azafata no implica necesariamente trabajar para una compañía aérea. Aunque esa sea una de las principales salidas laborales que tiene la profesión, también se puede trabajar como azafata en congresos, ferias y otros muchos eventos relacionados con el mundo de las empresas y otros ámbitos, como la cultura o el deporte.

Imagen de una azafata de vuelo (iStock)
Estas 5 situaciones que te encontrarás si trabajas como azafata son propias de las azafatas de vuelo, pero seguro que más de una se da también en otros trabajos como azafata…
1. Trabajar cuando los demás libran (y viceversa)
Trabajar como azafata no sólo supone pasar mucho tiempo fuera de casa, sino también tener que trabajar muchas veces cuando los demás descansan, como los fines de semana y los festivos. Y al revés, porque también muchos de tus días libres no coincidirán con los días libres de tu pareja, tu familia o tus amigos.
2. Gente que quiere ligar contigo
Lamentablemente, no son pocas las veces que una azafata tiene que lidiar en su trabajo con el ligón de turno que intenta conquistarla con piropos y que parece desnudarla con la mirada. Y aunque eso es algo que por desgracia ocurre en muchos trabajos, en una profesión como la de azafata las probabilidades de tener que aguantar “babosos” que quieren flirtear a toda costa contigo son bastante más altas. Además es una de las profesiones con las que más se liga en la red.
3. Problemas con las articulaciones
Una azafata pasa muchas horas de pie y con zapatos que no suelen destacar precisamente por su comodidad. Y eso es algo que sufren especialmente los pies, pero también las piernas, la espalda y otras zonas del cuerpo.
4. Tratar con pasajeros impertinentes
Que no todos los pasajeros son (somos) maleducados es algo tan evidente como que no todos tratan (tratamos) bien a las azafatas. Si trabajas como azafata no tardarás mucho tiempo en desarrollar una capacidad especial para detectar a pasajeros que sabes que van a molestarte sin motivo… y también para saber cómo mantenerlos a raya.
5. Comprobar que casi nadie te hace caso al explicar las instrucciones de seguridad
Una de la situaciones más comunes que te encontrarás si trabajas como azafata de vuelo es la de explicar con gestos las instrucciones de seguridad para unos pocos pasajeros. Incluso, aunque el avión esté lleno de gente, muchas veces son sólo unas pocas personas las que escuchan y siguen atentamente las recomendaciones de seguridad. Aunque, si ya trabajas como azafata de vuelo, eso es algo que seguramente ya tendrás asumido desde hace tiempo…
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