8 errores que cometes con tus contraseñas

Nuestras claves y contraseñas de seguridad en nuestras tarjetas, teléfonos móviles, cuentas en redes sociales y equipos informáticos no son una garantía absoluta de protección ante posibles ataques, pero sí son una ayuda para evitar disgustos siempre y cuando sigamos unas reglas básicas al elegirlas.

8 errores que cometes con tus contraseñas

La comparación es sencilla. Una puerta blindada o una alarma de seguridad no nos aseguran que nadie vaya a entrar a robar en nuestra casa, pero sí harán que los ladrones lo tengan más difícil y que muchos desistan en el intento con esas medidas disuasorias. Algo parecido ocurre con nuestras claves y contraseñas de seguridad: si elegimos unas contraseñas adecuadas, los “hackers” lo tendrán más complicado, pero si elegimos unas claves sencillas, los ladrones se encontrarán con nuestras puertas virtuales abiertas de par en par.

Para evitarlo, te alertamos sobre estos errores que no debemos cometer con nuestras contraseñas (ojo, insistimos en lo que viene a continuación son errores que debemos evitar).

1. Elegir una fecha o año de nacimiento

Elegir como código pin de nuestra tarjeta o nuestro móvil nuestra fecha de nacimiento, la de nuestra pareja o hijos o, en general, la de un familiar cercano es como dejarnos las llaves puestas en la cerradura de nuestra casa. Puede que nadie se presente en nuestra puerta pero, si lo hace, sólo tendrá que girar la llave para entrar a robar.

2. Escoger otras contraseñas fáciles

El nombre de tu mascota no es precisamente la contraseña más segura que puedes poner ni, en general, cualquiera relacionada con algo personal que puedas compartir en redes sociales como Facebook o Twitter. Ni tampoco, claro está, un código pin como “1234”…

3. No cambiar nunca las claves

Otro error que solemos cometer con nuestras contraseñas es no modificarlas nunca. No se trata de cambiarlas cada día, que tampoco es plan de obsesionarnos ni de volvernos locos, sino de cambiarlas cada cierto tiempo.

4. Tener la misma clave para todo

También es un error elegir la misma contraseña para acceder a muchos servicios diferentes. O, peor aún, para todos. Pensar una clave diferente para cada cosa y acordarnos después de cada una es algo poco menos que utópico, pero al menos sí es recomendable no repetir demasiado la misma contraseña.

5. Elegir contraseñas cortas

Cuanto más corta sea nuestra contraseña, más débil será, así que es preferible tener una contraseña larga, de al menos 12 caracteres, para reforzar la seguridad.

6. No incluir números, mayúsculas y signos ortográficos

La seguridad de nuestra contraseña será más fuerte si incluimos mayúsculas y minúsculas, números y signos ortográficos.

7. Elegir una palabra que existe

Evita escoger como contraseña una palabra que podemos encontrar en el diccionario porque eso facilitaría que nos la pudieran “hackear”.

8. No cerrar sesión

Puede que no pase nada si alguna vez, sin darnos cuenta, no cerramos sesión antes de salir de la página del banco, de nuestra cuenta de correo electrónico o de nuestra cuenta en las redes sociales. Pero una cosa es que nos descuidemos una vez y otra bien distinta es que no tengamos la costumbre de cerrar sesión…

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