Los beneficios de jugar en el trabajo
El término “gamificación” no es precisamente una palabra bonita. De hecho, la recomendación de la Fundéu es que se utilice el vocablo “ludificación” en lugar de “gamificación”, la traducción forzada del término anglosajón “gamification”. Pero si dejamos a un lado las cuestiones léxicas, el concepto de “gamificación” o “ludificación” sí que es atractivo aunque la palabra no lo sea. Se trata de aplicar las dinámicas de juego a entornos que no son lúdicos, como el laboral.
Cada vez son más las empresas que apuestan por ofrecer a sus trabajadores la posibilidad de entretenerse en la oficina o en el centro de trabajo con algún juego. Las opciones van desde el clásico futbolín, un billar o una diana con dardos hasta, en algún caso, zonas de videojuegos.
Eso en lo que se refiere a las instalaciones, pero también hay otras formas de incorporar la mecánica del juego al trabajo. Por ejemplo, con partidos y torneos de fútbol o de pádel entre los trabajadores de una empresa. O también con algo más novedoso, como promover dinámicas de grupo basadas en un juego para alcanzar unos objetivos y ser recompensado por ello.
Es el caso de Correos, que invitó a sus trabajadores a presentar propuestas de mejora en su página web a cambio de obtener puntos que después podían canjear por regalos. En poco tiempo se registraron más de 50.000 propuestas gracias a esta iniciativa.
El ejemplo de Correos sirve para ilustrar el hecho de que la “gamificación” -que la Fundéu nos perdone- no sólo aporta beneficios al trabajador, sino también a las empresas. Entre los beneficios de jugar en el trabajo se encuentran los siguientes:
- Mejora la motivación. No es nada fácil mantener la motivación en el trabajo y menos si no hay un aumento de sueldo de por medio. Poder jugar en el trabajo es una excelente forma de conseguirlo.
- Fomenta el compañerismo. Las relaciones entre los trabajadores mejoran notablemente si comparten un tiempo de ocio en las horas de trabajo.
- Reduce el estrés. Tomarse un tiempo para jugar en el trabajo permite reducir el nivel de estrés laboral y olvidarse por un momento de los problemas del trabajo.
- Mayor compromiso con la empresa. El trabajador se sentirá más comprometido con la empresa si ésta le ofrece la posibilidad de jugar en el trabajo.
- Mejora la imagen de la empresa. La opinión de los trabajadores sobre su empresa será mejor si propone iniciativas relacionadas con el ocio y el juego. Y no sólo eso: la imagen externa de la empresa también será mejor si se conoce su apuesta por la “gamificación”.
- Reduce los costes. Otra ventaja para las empresas es que, muy probablemente, reducirá sus costes. Cuanto más contento esté un trabajador y menos estrés tenga, menos posibilidades hay de que esté de baja. Y, además, si la empresa “disfraza” con la mecánica de un juego un trabajo que, en otro caso, tal vez debería encargar a una empresa externa, el ahorro será notable aunque tenga que recompensar a sus trabajadores por ello…
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