Las excusas más disparatadas cuando llegas tarde al trabajo
“A quien madruga Dios le ayuda” ¿Conoces el dicho? ¿Y qué pasa con los que llegan tarde?
En toda empresa siempre existen dos tipos de empleados, los que duermen lo suficiente y cuando suena el despertador se levantan y salen de casa de camino al trabajo tranquilamente, estos son los llamados “madrugadores”, desgraciadamente luego está el segundo tipo, gente a la que el haber dormido lo suficiente no le sirve para poder llegar pronto al trabajo.
El 20% de empleados admite al menos llegar tarde al trabajo una vez por semana, el 12% dice que al menos le sucede dos veces.
De entre las excusas más clásicas que suelen utilizarse están el llegar tarde por culpa del tráfico, haberse quedado dormido por falta de sueño o haber tenido que preparar a los niños para el colegio.
“El 30 por ciento del personal de Recursos Humanos admite haber despedido a un empleado por sus tardanzas“, dice Rosemary Haefner, Vicepresidenta de Recursos Humanos de CareerBuilder.com.
Visto esto, está claro que la mejor política para admitir que has llegado tarde es decir la verdad, pero si no te ves capaz invéntate una buena excusa y evita algunas de este tipo que ya han sido utilizadas:
- Mi marido cree que esconderme las llaves del coche es una broma muy graciosa.
- Al salir de casa me llevé por delante una telaraña y al no encontrar la araña tuve que subir a darme una ducha.
- La cola del Starbucks era demasiado larga.
- Se ha muerto mi abuelo (¡Cuidado! ¡Tu abuelo no puede morir dos veces!)
- Se me olvidó que la oficina la hemos cambiado de dirección y me fui a la antigua.
- Me robaron la cartera (Recordatorio: si no tienes cartera no puedes comprar nada y mucho menos invitar a nadie)
Conclusión, antes que poner estas excusas mejor decir la verdad, pero lo más importante ¡No llegues tarde!
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