Cómo sustituir a tu jefe en sus vacaciones con éxito

Todos sabemos que el verano es sinónimo de vacaciones y eso en cualquier trabajo es además sinónimo de cambios temporales. Las plantillas han de adaptarse a la falta vacacional de sus trabajadores y también a la de sus jefes. En la mayoría de los casos, alguien de la plantilla, de la confianza del jefe, le sustituye en su ausencia. No se trata de una labor fácil. Tampoco es fácil ni siquiera la elección del sustituto, que puede acarrear envidias y recelos entre el resto de la plantilla. Por eso su labor como jefe temporal, aun siendo corta, se antoja decisiva.

sustituir a tu jefe

1. Oportunidad

¿Te han elegido para sustituir a tu jefe en vacaciones? Aunque para algunos pueda sonar como un marrón, vamos a tomarlo como una oportunidad. Porque evidentemente, si te han elegido es porque confían en ti. Aprovéchalo para no decepcionar porque lo que hoy es una sustitución temporal, en breve podría convertirse en algo fijo porque en principio tú eres el siguiente en la lista.

2. Continuidad

Eres parte de la plantilla y por eso sabes cómo funciona la dinámica de trabajo. No la alteres. O al menos no la alteres si no hay obligación para ello. Apuesta por la continuidad porque has de recordar que estás ahí por unos días y tu verdadero puesto es otro. Simplemente coge el timón pero no cambies el rumbo del barco porque tu jefe, antes de irse, ya le habrá puesto la dirección adecuada.

3. Que no se te suba a la cabeza…

Sí, eres el jefe. Aunque solo sea por unos días. Pero eso no debe olvidar de dónde vienes y, sobre todo, dónde vas a acabar de nuevo en unos días. Tampoco olvides a tus compañeros, aquellos que están en tu mismo escalón el resto del año. Que nadie te acuse de que se te haya subido a la cabeza.

4. … pero no puedes perder autoridad

Sin embargo, lo anterior no puede hacer que pierdas autoridad. Ambas cosas son compatibles. Tus compañeros no han de verte como alguien ‘blando’ o ‘fácil’ por el hecho de ser compañeros del mismo escalafón.

5. Flexibilidad

Por tus compañeros, porque insistimos que el resto del año estás en el mismo escalafón que ellos, has de ser flexible en tu puesto, y más en una época del año tan especial como el verano en la que las plantillas están bajo mínimos y hay jornadas reducidas (menos horas).

6. El movimiento se demuestra andando

Siempre te han dado rabia los jefes que se escaquean. Siempre has pensado que el jefe es el primero que debe estar al pie del cañón. Pues bien, ha llegado la hora de predicar con el ejemplo. En las dos semanas o un mes que vas a estar al frente de la nave puedes poner en práctica esas cualidades que te gustaría que tuviera tu jefe.

7. Recuerda, en breve volverás a tus orígenes

Ya lo hemos avanzado antes: este puesto es eventual y en poco tiempo volverás a tus orígenes. No lo olvides porque cuando eso ocurra lo ideal es que tus compañeros se muestren satisfechos con el trabajo realizado y sin malos rollos.

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