Con la llegada del verano y próximamente del nuevo curso, es muy probable que mucha gente estrene trabajo nuevo y con él llega un periodo de incertidumbre y, sobre todo, de adaptación al entorno y a los compañeros. Se trata de un espacio de tiempo que puede variar en función de la persona y el contexto pero que superarlo es básico para estar a gusto y progresar en la nueva empresa. Para conseguirlo, nosotros te ofrecemos algunos consejos.
Es imprescindible que las primeras horas en tu nuevo entorno laboral sean de observación y de prudencia. Fíjate en tus nuevos compañeros, en sus hábitos, en la forma de trabajar, en sus ritmos laborales… Es fundamental tener claro eso para poder entrar tú en la rutina diaria digamos que ‘sin hacer ruido’.
Es imposible que después de unas cuantas horas en un nuevo trabajos, después de conocer a mucha gente nueva, salgas siendo amigo de nadie pero cuando hablamos de establecer vínculos nos referimos a algo tan sencillo como hacer un esfuerzo por aprenderse los nombres de los compañeros que al menos están cerca de ti. Así, ellos se darán cuenta de que has estado atento y de que realmente estás interesado en participar de la dinámica habitual del grupo.
No te agobies si el primer día sientes que aún no estás adaptado a tu nuevo entorno. Ten paciencia. Y tener paciencia significa también no intentar ser el centro de atención por ser el nuevo y tratar de caer bien y hablar con todo el mundo porque eso al final se vuelve en tu contra.
Es importante que tu nuevo entorno se dé cuenta de que quieres aprender. Y eso pasa por escuchar y preguntar.
Después del proceso de observación, te habrás dado cuenta de cómo funcionan las cosas en tu nuevo trabajo. Así, trata de por ejemplo cuidar tu aspecto (forma de vestir, ir afeitado…) o tu puntualidad, para ponerte así al nivel de tus nuevos compañeros.
Muéstrate seguro de ti mismo. Sabes mejor que nadie de tus capacidades y que con el tiempo serán apreciadas. Sé humilde y no dejes que tu ego te maneje.
Es importante que antes de llegar a tu nueva empresa te hayas documentado sobre ella. Así llegarás sabiendo quiénes son tus jefes, los jefes de tus jefes, etc. También qué departamentos tiene, sus diferentes áreas de negocio, etc. Si llegas con todo eso aprendido, estarás un poco más integrado desde el minuto uno.
Intenta que te quede claro en qué consiste tu nuevo puesto de trabajo y qué es lo que esperan de ti. Por cierto, es un grave error hablar sobre cómo se hacían las cosas en tu antiguo puesto de trabajo, aunque sea tentador. Es importante que en los primeros días, para conocer la respuesta a la pregunta que planteamos, puedas preguntarle a tu jefe si estás haciendo bien el trabajo y si es eso lo que quieren de ti. Una actitud que puede encuadrarse dentro del proceso de aprender y de tener ganas de aprender.
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