Cómo afrontar los marrones de tu jefe
Desde el punto de vista del empleado, la palabra “jefe” (o “jefa”) es, en la mayoría de los casos, sinónimo de cosas negativas. Por ejemplo, de los “marrones” que te caen. Como hemos visto en otros artículos, no es nada fácil decirle “no” a tu jefe, aunque de vez en cuando hay que intentar hacerle ver, de la mejor forma posible, que no siempre se va a salir con la suya.
Esos casos son una excepción porque lo normal es cumplir con las tareas que te pide y que a veces son auténticos “marrones”. Para afrontarlos con el mejor ánimo posible te damos estos consejos:
- Mantén la calma. Lo peor que puedes hacer es dejar que el miedo te supere. Tómate un momento para respirar profundamente, relajarte y pensar cómo puedes cumplir con las tareas que te pide tu jefe.
- Busca ayuda. Aunque el marrón te haya caído a ti, intenta aliviar esa pesada carga con algún compañero que te pueda ayudar a salir airoso del trance. Así que no tengas reparos en compartir el “marrón” con los demás.
- Establece las prioridades. No intentes abarcar todo el trabajo en poco tiempo cuando sabes que no es posible. Prioriza las tareas importantes y urgentes sobre las secundarias y las que no corren tanta prisa. Y también ten en cuenta que una tarea (en este caso, un “marrón”) de tu jefe seguramente tendrá prioridad sobre las demás cosas.
- Si tienes dudas, pregunta. Es preferible preguntar a tu jefe algo que no te haya quedado claro (mejor si es por correo electrónico para que quede constancia) antes que recibir una bronca por haber hecho las cosas mal o sin consultar.
- Quítate el marrón de encima cuanto antes. Muchas veces solemos demorar y dejar para el final las tareas que menos nos gustan, pero eso es un error. Salvo que tengas otras tareas que sean prioritarias, es mejor que afrontes lo antes posible ese “marrón” que te ha encargado tu jefe para que no se convierta en una preocupación constante.
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