Terminar una relación contractual con una empresa puede ser en ocasiones un trámite desagradable. Por un lado, porque es posible que en dicha empresa hayas pasado mucho tiempo y por tanto tengas un vínculo más allá de lo laboral. Por otro, por la necesidad de quedar bien: uno nunca sabe si en algún momento los caminos pueden volver a cruzarse. En cualquier caso, aquí te vamos a contar cómo hacer la carta y te vamos a dar una serie de consejos muy útiles.
Has de saber que la carta de renuncia voluntaria es una formalidad que hay que cumplir pero es importante que antes de entregarla, comuniques tu marcha a tus jefes. Es decir, no es recomendable entregar la carta al departamento de Personal o RRHH y ya está. Es mejor comunicarlo y después entregar la carta. Ten en cuenta también que el plazo de 15 días que tiene que haber entre que comunicas tu marcha y tu salida de la empresa empieza a contar desde que haces entrega de la carta, así que calcula bien los días.
La carta ha de estar escrita lógicamente a ordenador, en un folio tamaño Din-A4 y en un tipo de letra sobrio y a color negro. Debe de ser breve y concisa, sin adornos literarios ni redundancias.
La carta puede comenzar (opcional) con un título a cuerpo mayor que el resto, en mayúsculas, negritas y subrayado del tipo: ‘COMUNICACIÓN DE BAJA VOLUNTARIA’. A continuación, indicaremos a quién está dirigida: ‘A la atención de Empresa S.A. y de su representante legal, Juan García García.’ Después, alineado en el margen derecho, indicaremos la ciudad y la fecha de entrega de la carta. Insistimos en la importancia de la fecha, porque a partir del día que pongamos se cuenta el plazo de los 15 días.
Después tendremos que escribir lo que llamaremos ‘cuerpo’ de la carta, es decir, el párrafo de renuncia propiamente dicho. Como decimos, escueto y sin alardes. Un ejemplo: “Por medio de la presente, Francisco Sánchez Sánchez, con DNI 56.565.565, tras comunicarlos de manera verbal el día 07/07/2024, comunica por escrito la decisión de causar baja voluntaria el día 23/07/2017, día que coincidirá con el último de trabajo”. Al final podremos poner también: “y para que así conste, firmo en el día de la fecha”.
El hecho de no hacer la carta rimbombante no implica que no podamos agradecer en ella la confianza prestada. Si lo hacemos, podemos hacerlo antes de la coletilla final de la firma antes señalada. Un ejemplo: “Agradezco enormemente la oportunidad que se me brindó, y el apoyo incondicional que recibí durante mi tiempo de trabajo”. Pero, como decimos, es opcional.
Cuando ya hayamos completado el ‘cuerpo’ de la carta con nuestra renuncia, debemos señalar también nuestro nombre y apellidos y al mismo nivel, al lado, el nombre de la empresa o el de su representante legal (o ambas). El objetivo es que bajo los nombres firmen ambas partes.
Deberás hacer dos copias de la carta para que una copia se la quede la empresa y otra tú. Y obviamente, ambas deberán estar firmadas por las dos partes. Esto es importante para que no haya problemas con las fechas por ejemplo.
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