Cómo hemos cambiado: trabajos de ayer y de hoy
¿Son sólo los trabajos los que han cambiado con el paso del tiempo o también nosotros como trabajadores? Lo más probable es que también nosotros seamos distintos, aunque lo primero lo notemos con bastante más facilidad que lo segundo.

Imagen de una máquina de escribir y una tableta electrónica (iStock)
Hay oficios y profesiones que han ido desapareciendo con el paso del tiempo o que están a punto de desaparecer, como te recordamos en este otro artículo del blog de Oficina Empleo. Y otros que no existían antes y que ahora son una excelente oportunidad de empleo, muchos de ellos relacionados con el desarrollo de la tecnología y las posibilidades que ofrece internet -que, por un lado, es un aliado para encontrar trabajo y, por otro, un enemigo que explica la destrucción de empleo en algunos sectores-.
Además, hay trabajos que aún no están desarrollados pero que no tardarán demasiado tiempo en ser una profesión más, por mucho que aún no los conozcamos. Por ejemplo, estos 10 empleos que no existen en España pero que existirán.
Pero también son muchos los trabajos que han cambiado en relación a un pasado no tan lejano. Si trabajas en una oficina, te servirá con echar un vistazo a tu mesa de trabajo para comprobarlo. Lo que antes era una máquina de escribir, ahora es un ordenador; o, sin irse tan lejos en el tiempo, antes no había teléfonos móviles o, hace aún menos tiempo, no teníamos la posibilidad de conectarnos a internet ni de utilizar aplicaciones como WhatsApp para comunicarnos.
El avance de la tecnología también ha transformado los modelos de negocio. Muchos de nosotros crecimos entre videoclubs, agencias de viajes, comercios de barrio y otros negocios que ahora sobreviven con dificultades… si es que lo consiguen.
El comercio online ha alcanzado (y alcanzará) tal desarrollo que no tenemos ni que salir de casa para hacer nuestras compras o para reservar un viaje. Con la comodidad que eso supone… y también con el perjuicio en materia de empleo que conlleva en muchos casos.
Con todo, mirar hacia atrás y pensar en los trabajos que han cambiado o, mucho peor aún, que han desaparecido es algo que no asusta tanto como pensar en lo que nos viene en un futuro más o menos cercano. Lo peor es que la idea de que los robots nos sustituirán en el trabajo ya no es ciencia-ficción…
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