Las vacaciones son necesarias para desconectar durante un tiempo de nuestra rutina y volver más descansados al trabajo. No se nos ocurriría decir que las vacaciones son malas, todo lo contrario, pero sí hay algunos aspectos que pueden provocar que las vacaciones perjudiquen a nuestro rendimiento en la vuelta al trabajo.
Estos son algunos de esos aspectos:
- Disfrutar de unas vacaciones demasiado largas. Como te contamos en este otro artículo, y siempre que sea posible, es preferible no gastar todas nuestras vacaciones de golpe y dejarnos alguna semana o algunos días libres para más adelante. Si no, pensar que hasta dentro de un año no tendremos más vacaciones hará que la vuelta al trabajo sea más complicada y que nuestro rendimiento en el trabajo sea vea afectado negativamente.
- Tener los horarios cambiados. Es verdad que las vacaciones son para disfrutarlas y para descansar, pero tener los horarios cambiados por acostarnos y levantarnos tarde también hará que la vuelta al trabajo se nos haga más cuesta arriba y que rindamos menos. Por eso es bueno ir adaptando los horarios en los últimos días de vacaciones para que sean más parecidos a los del trabajo.
- Volver de vacaciones el día antes de empezar a trabajar. La vuelta al trabajo también será más dura si volvemos de nuestras vacaciones justo el día (o la noche) antes de volver a trabajar. Es preferible regresar unos días antes para que la adaptación sea mejor.
- Tener la sensación de no haber desconectado. Volver a la rutina del día a día después de las vacaciones siempre cuesta, pero más aún cuando volvemos al trabajo con la sensación de que no hemos aprovechado las vacaciones o de que no hemos desconectado lo suficiente. Si es tu caso, tampoco debes alarmarte porque lo más probable es que en realidad no haya sido así y porque lo más normal es que esa sensación desaparezca con los días.
- Tener trabajo acumulado. En muchos casos es probable que a la vuelta de las vacaciones nos encontremos con una excesiva carga de trabajo debido al tiempo que hemos estado fuera y nos encontremos, por ejemplo, con una pila de asuntos pendientes y con demasiados correos electrónicos por responder. Si es así, intenta llevarlo de la mejor forma posible y sin agobiarte. A ver si vamos a tener que pedir perdón a nuestro jefe por irnos de vacaciones…