Consejos para afrontar un cambio de responsabilidades en tu trabajo
Los cambios en el trabajo se pueden producir de muchas maneras: renovación de plantilla, despidos, reestructuraciones y cambios de responsabilidades o puestos,… Tal vez tú seas uno de los afectados por esos cambios. Si es así, si te han otorgado un puesto con más responsabilidad, o simplemente con una responsabilidad diferente, atento a estos consejos.
1. ¿Ha sido buscado?
Ante un cambio en las responsabilidades nos encontramos con la posibilidad de que haya sido previamente buscado y solicitado por el trabajador. Si es así, enhorabuena, has tenido éxito en la búsqueda de tu objetivo. Y además, vas por el camino fácil. Lo primero que tienes que hacer es agradecérselo a la persona que te lo ha proporcionado y mostrarle tu disposición a trabajar para conseguir mejores resultados.
2. ¿Y si tú no lo has buscado?
La otra posibilidad que existe ante un cambio es que no lo hayas buscado y que ni siquiera te lo esperases. Y lo peor de todo, que no lo quieras y creas que no te satisface. Si es así, vas por el camino difícil.
3. Reunión con tu jefe
Ante un cambio de responsabilidades, es necesario que te reúnas con tu jefe (el responsable de ese cambio) para que te explique las razones y te detalle más sobre tu nueva labor. Dicha reunión ha de ser bidireccional, es decir, que no solo intervenga él/ella, sino que tú también has de preguntar y proponer, y hacer tus reflexiones. Es importante que te deje claro cuáles son los objetivos que quiere cumplir para que tú puedas tratar de conseguirlos.
4. Prepárate
Si te han propuesto para asumir nuevas responsabilidades es porque creen que estás preparado para ello. Sin embargo, no está de más que tú pongas un extra de tu parte y te documentes sobre tus nuevas tareas y te formes en la medida de lo posible. Que el proceso de reciclaje sea el más sólido posible aunque es cierto que en estos cambios suele haber poco tiempo disponible. Pero si lo hay, aprovéchalo.
5. No dudes en apoyarte en tus compañeros
Pedir ayuda no es rebajarse. Llegas a un nuevo puesto y eso siempre genera cierto estrés. No dudes en preguntar a tus nuevos compañeros de equipo si tienes dudas o incluso en reunirte con la persona que tenía esas responsabilidades antes que tú (si sigue en la empresa, claro).
6. Busca el lado positivo
Antes hemos hablado de que el cambio podría no haber sido buscado. Si es así, trata de buscarle el lado positivo. No te cierres en banda y deja un tiempo de margen para valorar si es positivo o no. La actitud es importante a la hora de afrontar esta nueva responsabilidad. Quién sabe, a lo mejor es una oportunidad para que en el futuro puedas obtener un ascenso mayor.
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