Hacer la pelota a tu jefe sin que se note
Todos conocemos al típico pelota, ese que le dice al jefe que está muy guap@ aunque tenga su peor cara, que le dice todo el tiempo que sí, o que nunca le contradice. Es un modelo que puede funcionar a corto plazo, pero que acaba quemando, y, sobre todo aísla del resto de compañeros a quien lo practica, pues nunca querremos irnos a tomar un café o a comer con el susodicho/a.
En realidad se puede estar haciendo la pelota al jefe potenciando algunas cualidades, que, en general son muy apreciadas en cualquier empresa.
- Ser puntual
Implica compromiso con la empresa
- Ser positivo
Tener una actitud positiva y favorable ante nuevas tareas o retos, aunque no los hayas realizado previamente, es la forma de progresar profesionalmente.
- Tomar la iniciativa
Conocer los objetivos de la empresa te permitirá cuantificar el esfuerzo, y en los momentos en los que es necesario y en los que no y anticiparte con una nueva idea o forma de solucionar un problema.
- Discreción en los momentos en los que se necesite
Esto significa aparte todo lo que puedas de la rumorología y de los chismes de pasillo, cuanto menos mejor, además de que te reportará mejores beneficios que perjuicios.
- Hacer un trabajo de calidad
- Ofrecerte a aligerar la carga de trabajo si te queda tiempo
- Crear un buen ambiente de trabajo con tus compañeros
Te evitará meterte en conflictos y podrás establecer relaciones de reciprocidad si fuera necesario.
- Ser directo
Cuando tengas que abordar alguna discrepancia, un error, o proponer una idea no te andes con rodeo, el tiempo es oro, y el de tu jefe/jefa también. Ve al grano.
- Mostrarte seguro pero nunca prepotente
Es una finísima línea que algunas personas no saben distinguir.
- Mejor no cumplas las normas 100%
Si se hace todo el tiempo lo que te indican sin proponer otro punto de vista, se puede caer en el ‘pelota’ tradicional, y a la larga no será una buena estrategia.
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