El desempleo es en España, según las últimas encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas, el problema que más preocupa a los ciudadanos. Quién nos lo iba a decir hace, por ejemplo, 10 o 12 años.
Unas lecciones de nomenclatura.
Primero, empecemos por unas nociones básicas de nomenclatura para poder así diferenciar entre lo que es el paro y la tasa de desempleo. Nos referimos al primero cuando aludimos al número total de personas que están sin trabajo o al menos sin trabajo regularizado. En España en la actualidad, tras finalizar el primer trimestre de 2015, hay 5.427.700 personas sin empleo.
La tasa de paro, por su parte, es un porcentaje que expresa la proporción de parados que hay respecto al total de activos, y en España es aproximadamente del 23,7 por ciento.
Dos formas de medir.
Para medir el paro se utilizan dos sistemas: la Encuesta de Población Activa, la EPA, que cada trimestre confecciona el Instituto Nacional de Estadística; y el paro registrado, que es la cifra de personas que están inscritas en las oficinas del Servicio de Empleo Público Estatal, el SEPE (antes INEM). Suele haber discrepancias entre las dos cifras porque hay personas desempleadas que no están registradas en las oficinas de empleo, porque ya han desistido de buscar un trabajo a través del SEPE o por alguna otra razón. Por eso se considera más fiable la EPA, que los datos del paro registrado.
Evolución: un antes y un después de 2006.
Si atendemos a los datos de paro de la EPA al final de cada año, 2006 marca un antes y un después en el mercado laboral español. Estas son las cifras:
2002: 2.232.000
2003: 2.276.000
2004: 2.176.000
2005: 1.860.000
2006: 1.819.000
2007: 1.942.000
2008: 3.206.000
2009: 4.335.000
2010: 4.702.000
2011: 5.287.000
2012: 6.021.000
2013: 5.935.000
2014: 5.457.000
Observamos que en 2006, el número de personas desempleadas tocó suelo (la tasa de paro más baja de los últimos treinta años) pero tan solo seis años después ocurrió todo lo contrario, tocar techo. Jamás España ha tenido tantos parados como en ese momento en número absoluto, aunque sí es cierto que en lo que a tasa de paro se refiere, encontramos un dato muy parecido en el primer trimestre de 1994, con un 24,55 por ciento y 3,9 millones de parados.
En este gráfico podemos hacernos una idea de la dramática evolución.
Las causas: el desempleo estructural.
España sufre un alto nivel de desempleo estructural, un tipo de desempleo de carácter estructural también denominado a largo plazo o involuntario que no disminuye ni desaparece mediante simples medidas de ajuste económico. De hecho, en España desde la crisis económica y financiera de la década de 1980, el desempleo nunca ha bajado del 8%.
Las causas: desempleo coyuntural.
La economía española se ha sustentado, durante los últimos cincuenta años, en un modelo productivo mucho más intensivo en mano de obra que en capital e impulsado por sectores de bajo valor añadido, como son la construcción y el turismo, los cuales, al final de la última época de bonanza, copaban la mitad de la producción nacional. Así, se puede comprobar en el gráfico anterior, a finales de 2007 cuando explota la burbuja inmobiliaria, el paro crece a una velocidad nunca vista antes. La tercera parte de los empleos perdidos en estos años, unos 750.000, corresponden al sector de la construcción.
Si este contenido te ha parecido interesante, puedes registrarte en Oficina Empleo y recibir nuestra newsletter y alertas de empleo.
Si estás buscando empleo en el sector de limpieza, esta oportunidad podría interesarte. Se necesitan…
Comienza uno de los meses más importantes para el consumo en España (con permiso de…
En ocasiones (muchas, además), el tipo de trabajo que realizamos es causante directo de nuestros…
¿Conoces todos estos atajos del teclado para ganar tiempo con tu ordenador?
Lidiar con el papeleo y la legislación vigente resulta, en ocasiones, complejo y engorroso. Y…
Prepararse para una oposición puede ser una tarea titánica que, al final, puede no dar…