Una de las mejores opciones para ayudar es a través de una ONG. Hay de muy diversa índole y dirigidas a ayudar a cualquier colectivo desfavorecido, provocado por cualquier circunstancia (enfermedades, guerras, desigualdades, discapacidades, accidentes, etc.). El hecho de trabajar en acción social significa estar ayudando y poner tu granito de arena para cambiar el mundo pero si consigues fundar tu propio ONG, seguramente el paso sea aún mayor.
Uno de los principales problemas del mundo actual es la contaminación, provocada en gran medida por el tipo de fuentes de energía que se utilizan, y que además genera desigualdades. Uno de los retos de futuro al que se enfrenta la humanidad es la de conseguir fuentes de energía renovables y limpias, ya que las actuales tienen fecha de caducidad. Desde luego, conseguir trabajar en medio ambiente es dar todo de ti para conseguir un mundo mejor y más saludable.
Trabajar en conseguir que los demás sean brillantes y en hacer de ellos unos auténticos líderes, también es conseguir un mundo mejor. A través del coaching se puede conseguir que esos futuros líderes, esos futuros dirigentes, lo hagan con un mínimo de ética bajo la única premisa del respeto y el servicio a los demás. Moldeando la personalidad de los demás también se consiguen mejoras.
Seguimos con las técnicas, esta vez de relajación y meditación. Gracias al mindfulnees (que no dejan de ser técnicas milenarias de origen oriental) podremos encontrar la paz con nosotros mismos, y mejorar así nuestra relación con quien nos rodea. Al fin y al cabo, eso también es mejorar el mundo, al menos el que tenemos cerca de nosotros.
No cabe duda que la sanidad también es una herramienta para cambiar el mundo. Por un lado a corto plazo pero también a largo plazo, con la educación para la salud de los pacientes. Esa es la clave: promover hábitos saludables que eviten ciertas enfermedades es el futuro de quien trabaje en sanidad y salud. Nos referimos por ejemplo a hábitos alimenticios, deportivos, de salud sexual, evitar el abuso de antibióticos… Todo eso hará del sistema más eficiente y una población más sana.
¿Qué mejor manera de cambiar el mundo que hacerlo con los más jóvenes por ejemplo? Los educadores sociales que trabajan con niños y adolescentes con problemas son muchas veces la luz al final del túnel. Estos profesionales tratan de integrarles en la sociedad y que lo estén cuando sean adultos, que formen parte del mercado laboral y sobre todo evitar que puedan delinquir.
Hacer un mundo mejor significa mirar por el futuro de la sociedad y científicos e investigadores son garantes en ese sentido del futuro gracias a sus aportaciones. No hay que pensar tanto en el científico de carácter médico (que también, qué duda cabe, para erradicar enfermedades por ejemplo) sino ya a cualquier trabajo de investigación, sea cual sea: alimentación, telecomunicaciones, sociología, energía, política, defensa…
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