Todos tenemos familiares o amigos que nos cuentan que las condiciones de trabajo no son todo lo aconsejables o no están lo suficientemente reguladas para poder tener la seguridad garantizada en su desempeño.
En ocasiones profesiones aparentemente tan seguras como auxiliar administrativo, contable o asistente de dirección pueden ser tan peligrosas como la de policía o bomberos, cuyos riesgos, a simple vista parecen estar garantizados.
El Ministerio de Trabajo se esfuerza en hacer cumplir las normativas de seguridad de cualquier tipo de profesiones, pero es una labor en la que el trabajador también tiene que colaborar.
Algunos de los sectores con menor regulación son aquellos que están relacionados con profesiones artísticas o de creación, que debido a que se realizan de forma aislada, en la mayoría de los casos es difícil encontrar puntos en común para su regularización y universalización. La supervisión y cumplimiento de la normativa se hace también costosa y complicada.
Otro grupo de actividades de difícil regulación son aquellas que se desarrollan en ámbitos alejados de los centros de inspección, en particular, es especialmente complicado en las actividades relacionadas con el sector pesquero.
Por último otras situaciones en las que se producen cambios en el sistema de transporte o en las instalaciones pueden llevar acarreadas en las que la seguridad disminuya.
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