¿Qué pasaría si prohibieran el velo en el trabajo?

Ya hemos abordado más veces los conflictos que en el ámbito laboral pueden derivarse del vestuario, pero hoy vamos a detenernos en un complemento de connotaciones religiosas: el velo islámico para las mujeres. Su uso o posible prohibición es polémico en muchos países y muchas empresas, en función de la política en cuanto a vestuario que cada una imponga.

1. Un matiz.
Lo primero de todo es hacer un matiz importante: no es lo mismo el velo islámico que el burka o el niqab. El primero de todos ellos es el pañuelo que cubre la cabeza de la mujer y también el cuello, cayendo sobre sus hombros y dejando al aire toda la cara. El niqab y el burka cubren toda la cara con la diferencia de que el primero deja al aire los ojos y el segundo ni eso, los tapa con una ‘redecilla’ que permite ver a la mujer.

2. ¿Qué hacen las empresas?
En general, las empresas pueden regular el uso de ciertas prendas de vestir por parte de sus empleados o elaborar un reglamento al respecto cuyo cumplimiento está implícito por ser trabajador de esa empresa. En muchos de esos reglamentos ya se contempla la prohibición de llevar este tipo de complementos de carácter religioso.

3. ¿Hay casos documentados de ‘insumisión’ hacia la prohibición?
Sí, hace pocas fechas se dio a conocer el caso de una trabajadora belga, musulmana, a la que se despidió cuando dijo que llevaría velo en su puesto de trabajo como recepcionista en G4S Secure Solutions, empresa que ofrece servicios de vigilancia y de seguridad. La trabajadora puso su despido en manos de la justicia del país porque lo consideraba que el despido obedecía a razones de racismo. Sin embargo, en las dos primeras instancias judiciales, su demanda de indemnización de daños y perjuicios ha quedado desestimada.

4. Las razones de las empresas para prohibirlos.
Básicamente, las empresas prefieren curarse en salud y ser lo más asépticas posible en cuanto a temas religiosos se refiere, con el fin de no posicionarse, no herir sensibilidades, y por tanto no perder clientes. En el caso de esta empresa belga, explican que está prohibido llevar de modo visible símbolos religiosos, políticos y filosóficos.

5. ¿Qué dice la justicia?
De momento, como hemos indicado, las dos primeras instancias de Justicia belga han desestimado las demandas de la trabajadora. El caso de esta mujer ha llegado también al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, cuya abogada general Julianne Kokott ha considerado que puede ser admisible prohibir llevar velo en una empresa cuando la compañía enmarque esa prohibición dentro de una política de neutralidad en materia religiosa o de convicciones.

La jurista (cuyos dictámenes previos son tenidos muy en cuenta por el Tribunal) cree que, cuando a una trabajadora de confesión musulmana se le prohíbe llevar el velo islámico en su puesto de trabajo, no existe una discriminación directa por motivos de religión si dicha prohibición se fundamenta en una norma general de la empresa que prohíbe usar de modo visible símbolos políticos, filosóficos y religiosos en el puesto de trabajo. O lo que es lo mismo, si no se basa en estereotipos o prejuicios contra una o varias religiones concretas ni contra las creencias religiosas en general, puesto que, en su opinión, en ese caso no se da un trato menos favorable por motivos de religión.

La decisión de prohibirlo puede estar justificada con el fin de que el empresario ponga en práctica en la empresa una política legítima de neutralidad religiosa y de convicciones, siempre que se respete el principio de proporcionalidad.