Requisitos para ser un buen camarero de chiringuito en España

Ha llegado el verano y con él los trabajos de carácter estacionales. Uno de ellos, el más típico sin duda, es el de la hostelería, y dentro de éste, el de camarero de chiringuito de playa. Para ser camarero en un establecimiento tan querido en nuestro país no hay carrera universitaria, está claro. Pero no todo el mundo podría desempeñarlo. Hay que valer. Y para ser un maestro tendrás que reunir gran cantidad de requisitos. Algunos los hemos recopilado nosotros. Repásalos y si ves que cumples todos, ya sabes, a trabajar este verano en la playa.

1. Aguantar bien el calor.

Vas a estar en la playa la mayor parte del día, bajo el sol, sudando y con calor. Has de resignarte a ello. Y cuando hablamos de aguantar el calor… hay que aguantar también el andar por la arena… mejor con calzado cerrado (unas deportivas viejas por ejemplo), que con chanclas. Si eres muy blanquito de piel, protégete. Aunque asume también que acabarás el verano moreno como nunca y hasta se te puede teñir el pelo de rubio.

2. No agobiarse.

Imagina a 200 personas (pongamos un ejemplo) pidiendo a la vez cerveza, tintos de verano y refrescos de cola en sus mil variedades. Y lo que piden lo quieren ya. Y la cuenta. Y las vueltas. Y todo sudando a chorros, con un calor de muerte. ‘Take it easy’, amigo. Tranquilízate y no te pongas nervioso porque si te pones nervioso no vas a poder aguantar ni una semana.

3. Ser ‘salao’.

El camarero de chiringuito ha de ser ‘salao’, graciosete, simpático… un ligón, un zalamero, sin llegar a pasarse, claro. Lo justo para que la gente se vaya de allí diciendo: ‘¡Qué majo el camarero! Mañana volvemos’. Pero ojo, no puedes esconder bajo ese carácter tus carencias profesionales, si las hubiera.

4. Un equilibrista.

Para andar por la arena con una bandeja llena de platos y copas y jarras llenas, hay que ser un poco equilibrista. Y más si tienes que pasar entre la gente. Sí, y con el calor, y sudando, y con la gente pidiéndote más…

5. Ser un gran RR.PP.

Antes nos referíamos a ser ‘salao’. Ahora, con ser un buen relaciones públicas, nos referimos a la capacidad de ser diplomático, de no contestar mal aunque por dentro te mueras de ganas por decirle cuatro cosas a ese cliente maleducado que te está sacando de quicio. Es un requisito básico para poder capear las reclamaciones por ejemplo.

6. Ser también guía turístico.

Estás en un lugar lleno de turistas de gran interés. Posiblemente más de una vez tengas que hacer de guía para recomendarle a los clientes un lugar, una discoteca, por dónde moverse… Así que si no eres del sitio en el que está el chiringuito, apréndete bien sus secretos ya que eres uno de sus embajadores.

7. Sacrificar tu verano.

Has de ser sacrificado. Te morirás de envidia porque estás en un sitio paradisíaco en el que todo el mundo está pasándoselo bien y tú mientras trabajando. Es más, posiblemente por la noche tampoco podrás hacer nada porque al día siguiente tienes que volver y encima estás cansadísimo. Pero tú eres muy sacrificado y lo superas.

8. Chapurrear idiomas.

Antes decíamos que debías tener algo de guía turístico. Pues bien, mención aparte se merecen los idiomas. El camarero típico de chiringuito es ‘el hombre orquesta de los idiomas’. Toca todos los palos y chapurrea casi todos. Puede que alguno (el inglés) lo domine un poco más, pero seguramente podrá entenderse en otros idiomas. Nivel básico pero suficiente para su trabajo.

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