¿Saben los jefes si hacemos bien nuestro trabajo?
A simple vista parece bueno que nuestro jefe no sepa muy bien lo que hacemos. De hecho, eso es algo con lo que sueña más de un trabajador que está cansado de escuchar a su superior dándole órdenes. Sin embargo, lejos de ser algo positivo y a pesar de las ventajas que puede tener, tener un jefe que no se preocupe por nuestro trabajo es algo que nos puede perjudicar bastante.
Si nuestro jefe no sabe o no quiere saber cómo trabajamos, seguramente viviremos más tranquilos y tendremos menos estrés laboral, pero también desconocerá cuál es nuestra capacidad de trabajo, nuestro talento o nuestra habilidad para solucionar problemas. Ese desconocimiento dificultará nuestro reconocimiento profesional e impedirá que podamos tener un ascenso o un aumento de sueldo.
Algunas empresas realizan a sus empleados una evaluación individual para analizar cuál ha sido su rendimiento profesional y saber si ha cumplido los objetivos anuales marcados. En muchos casos, estas evaluaciones son subjetivas y siguen unos parámetros poco claros. Eso sí, aunque los criterios no se ajusten a la realidad, más vale que el empleado tenga la oportunidad de que se le reconozca su trabajo a que nadie se detenga ni un segundo a evaluarlo, como sucede en la gran mayoría de empresas.
La evaluación anual de los trabajadores es una práctica más habitual en otros países de Europa y en Estados Unidos que en España. Según el estudio realizado por Towers Watson recogido por el diario Expansión, el 88% de las empresas europeas considera la gestión del desempeño como el proceso principal para orientar y reforzar la contribución del empleado dentro del plan estratégico. Sin embargo, únicamente el 36% de esas empresas considera eficaz la gestión del desempeño y un 47% de los jefes asegura que no tiene tiempo para evaluar a sus empleados.
Lo cierto es que evaluar el trabajo de los empleados es bueno tanto para los trabajadores, que pueden ver recompensados su esfuerzo y su dedicación (si la evaluación en positiva, claro), como para las empresas, que contarán con empleados más comprometidos y más satisfechos que ofrecerán un mejor rendimiento y una mayor productividad que ayudará a generar más beneficios (o menos pérdidas) en la compañía.
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