¿Sabes cuánto dinero estás perdiendo en ir al trabajo?

 

Pocas veces nos paramos a pensar en cuánto dinero nos supone ir al trabajo. Si lo hacemos en transporte público de forma habitual, lo tenemos fácil porque el gasto en ir a trabajar coincidirá con el dinero que nos cueste el abono transporte correspondiente (aunque después podamos usar esa tarjeta para desplazarnos a otros lugares que no sean nuestro trabajo). Pero la cosa se complica cuando utilizamos el coche o la moto para ir a trabajar.

Vaya por delante que hay casos en los que no nos queda más remedio que utilizar el coche para ir al trabajo, ya sea por la distancia, por una mala comunicación de transporte desde nuestra casa al trabajo y viceversa o por otras cuestiones, como llevar a los niños al colegio y recogerlos. En cualquier caso, cada uno sabe perfectamente cuándo el coche se convierte en algo necesario para ir al trabajo y cuándo es simplemente la opción más cómoda…

Utilicemos o no el transporte público, ir a trabajar supone un gasto. Casi siempre mayor si vamos al trabajo en coche o en moto, pero ese gasto supone que en realidad el dinero que ganamos cada mes por nuestro trabajo no coincida realmente con nuestro salario neto porque a esa cantidad hay que restar el gasto en transporte.

Una tarjeta de abono transporte para moverse por una gran ciudad supera por lo general los 50 euros al mes -menos si se trata de jóvenes-. El cálculo del gasto en ir al trabajo en coche o moto es variable porque depende de los kilómetros que realicemos cada día, del tipo de vehículo y del precio de la gasolina. Pero, para hacer un cálculo aproximado, si hacemos 25 kilómetros de ida y otros 25 kilómetros de vuelta cada día durante 5 días a la semana, es posible que el gasto sólo en gasolina supere fácilmente los 100 euros al mes y se sitúe en torno a los 130 euros al mes.

Pero el gasto de ir a trabajar en un vehículo privado va más allá porque también hay que contar con el dinero que supone el mantenimiento del vehículo con sus posibles averías y sustitución de piezas y de si tenemos o no aparcamiento gratuito en el trabajo.

Así que a esos 130 euros al mes en gasolina si nuestro trabajo está a unos 25 kilómetros de casa hay que sumar una cantidad variable e indeterminada que debería hacernos pensar con más detenimiento la posibilidad de dejar nuestro coche en casa para ir al trabajo porque puede que en realidad estemos perdiendo más de 200 euros al mes por ir a trabajar en coche si tenemos que alquilar una plaza de aparcamiento. Y eso sin contar con la contaminación y con los atascos, que también son factores importantes a la hora de tomar la decisión…

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